martes, 4 de noviembre de 2008

EL PH



El pH es la concentración de iones o cationes de hidrógeno (H+) presentes en una determinada sustancia. El término pH es abreviatura de la expresión en latín pondus Hydrogenii que significa potencial del hidrógeno. El químico danés Sorensen lo definió como el logaritmo negativo en base 10 de la actividad de los iones hidrógeno: pH = -log10 [aH+].


En una disolución acuosa, el pH va de 0 a 14, siendo 7 el punto neutro que es el valor del agua pura. Los valores menores que 7 serían sustancias ácidas y los mayores que 7 serían las sustancias básicas.
La importancia del pHEl pH es un valor a tener muy en cuenta a la hora de mantener un acuario, sea del tipo que sea.




Los goldfish necesitan vivir en un agua con un pH cercano al neutro, concretamente entre 6,8 y 7,5 se encuentran los valores ideales para ellos. Es muy importante mantener en nuestro acuario un pH adecuado, pues unos valores fuera de los recomendados pueden causar multitud de problemas en nuestros goldfish, como debilitar sus defensas, exponiéndolos a enfermedades, dificultar su respiración e incluso causarles la muerte.


Es todavía más importante mantener un valor estable, pues son los cambios bruscos de pH los que dañan más duramente a los goldfish. Si nuestro acuario se encuentra en un valor ligeramente desviado de los recomendados, pero nuestros peces tienen un aspecto saludable y un comportamiento normal, no deberíamos obsesionarnos por alterar este valor, pues podría ser mucho mas dañino la continuación oscilación que produciríamos al intentar variarlo que el hecho de estar fuera de rango, pero estable. Para mantener un pH estable, entra en juego otro parámetro que debemos tener controlado en nuestro acuario: la denominada capacidad tampón, o "buffer", que habitualmente se mide por el kH, o dureza de carbonatos.



Capacidad tampón y kHLa capacidad tampón o "buffer" es una facultad que tiene el agua para mantener constante el nivel de pH aún cuando se le añaden ácidos o bases. Un tampón se trata normalmente de sales solubles en agua que tienen la capacidad de combinarse con ácidos y bases, neutralizándolos. Cuanto mayor sea la capacidad tampón del agua, más estable se mantendrá el pH. Esto es bueno si nuestro pH se encuentra dentro de los valores deseados, sino puede llegar a convertirse en un problema, pues nos impedirá alterarlo hasta alcanzar los valores deseados.La capacidad tampón del agua se mide habitualmente por el kH, o dureza de carbonatos que es la cantidad de carbonatos que contiene el agua. Cuanto mayor es el kH, más estable se mantendrá el pH. Un valor adecuado de kH será a partir de 3 o 4, y no debería ser mayor a 10. Con un pH adecuado y un kH superior a 4, no deberíamos preocuparnos por este aspecto de nuestro acuario.



Problemas con el pH: subirlo y bajarlo




Existen multitud de formas de alterar el pH, siendo unas más agresivas que otras. Siempre debemos intentar primero aquellas que no requieran añadir productos químicos a nuestro acuario, y siempre tengamos que modificar en gran medida el pH, hacerlo de manera progresiva.



pH bajo: cómo subirlo un pH bajo, es decir ácido, suele deberse a un exceso de deshechos en el agua. Podremos detectarlo en nuestros peces si los vemos excesivamente delgados, aislados, aletargados y descansando en el fondo del acuario y claramente si muestra sangre en las aletas (conocido como acidosis).Hay multitud de maneras de subir el pH, vemos las más habituales:



Evitar la acumulación de deshechos: tener un filtro suficientemente potente y limpiarlo a menudo, no sobrealimentar a los peces y eliminar los restos de comida, realizar cambios de agua frecuentes y sifonear el fondo, retirar restos de plantas muertas...en definitiva mantener un acuario limpio.
Usar un producto que suba el pH, que suelen tener todas las marcas de productos de acuariofilia. El problema es que estos productos suelen subir el pH sólo temporalmente, por lo que si no logramos mantenerlo estable no serán una solución a largo plazo.
Reducir la cantidad de turba en el filtro, si la tenemos, o bien retirarla totalmente si es necesario.
Añadir agua con mayor concentración de sales minerales en los cambios de agua. Las sales minerales intervienen en la dureza de los carbonatos (kH) y actúan como tampón al evitar los bajones de pH.
Aumentar la aireación en el acuario, para así eliminar el CO2, pues el CO2 se disuelve fácilmente en agua, generando protones y acidificándola. Si no tenemos un buen tampón (kH alto), el CO2 generado de noches por las plantas puede hacer caer en picado el pH.
Colocar coral o rocas de origen calcáreo también sube el pH, pero hay que tener cuidado porque también pueden alterar otros parámetros del agua, como la dureza.
Añadir bicarbonato de sodio (NaCOH3), que se puede conseguir en farmacias o supermercados.



pH alto: cómo bajarlo un pH alto, es decir básico, suele deberse o bien a que estamos agregando un agua que ya tiene un pH alto o bien porque algún elemento del filtro o del acuario está subiéndolo, pues no es lo habitual en un acuario, ya que debido a la acumulación de deshechos orgánicos tiende a acidificarse, es decir, reducir el pH. Un pH alto es peligroso porque la amonia se vuelve todavía más toxica. Si notamos que nuestros peces tienden a estar boqueando en la superficie, puede deberse a un pH básico.Hay multitud de maneras de bajar el pH, vemos las más habituales:
Usar un producto que reduzca el pH, que suelen tener todas las marcas de productos de acuariofilia. El problema es que estos productos suelen bajar el pH sólo temporalmente, por lo que si no logramos mantenerlo estable no serán una solución a largo plazo.
Añadir turba al filtro, o aumentar la cantidad si ya la tenemos. La turba es un material orgánico compacto, de color pardo oscuro y rico en carbono, que suele tener un pH muy ácido. Puede encontrarse en cualquier tienda de acuarios.
Inyectar CO2 de manera controlada, pues el CO2 se disuelve fácilmente en agua, generando protones y acidificándola. Existen inyectores de CO2, que además son excelentes para abonar las plantas. Algunos incluso incorporan un controlador de pH.
Hacer los cambios de agua con agua más ácida, como la osmotizada o destilada, ya que por definición este tipo de agua debe tener un pH neutro, aunque es habitual que no sea exactamente 7 sino cercano.
Reducir el kH: la tendencia de un acuario normal es que baje el pH, pero si tenemos un valor muy alto de kH, evitará la caída del pH, manteniéndolo alto.



Añadir algún ácido. CUIDADO CON EL QUE SE AÑADE. Esto debe hacerse con sumo cuidado, hay que tener muy en cuenta el tipo de ácido que se añade y en qué cantidad. Una buena opción es algo tan simple como zumo de limón o vinagre, que no afectarán a nuestros peces.